Combinar espacios de cocina y comedor pero con la posibilidad de diferenciarlos a tu antojo y en función de tus necesidades. Este es un ejemplo de como convertir tu casa en un lugar mágico, jugando con los espacios y las luces.

Esta cocina está pensada para que el trabajo resulte más fácil, ágil y simple. Sin embargo también para que pueda funcionar como centro neurálgico del hogar. Gracias a su distribución diáfana y su calidez visual, la estancia se convierte en un lugar dónde cocinar sea tranquilo, divertido, ameno y gustoso. La cristalera al comedor permite que la luz atraviese suavemente  de una estancia a la otra así como dotar a ambas salas de una increíble amplitud.

La cocina está completamente equipada con el último diseño tanto en mobiliario como en electrodomésticos para que no falte de nada. La gran venta permite el visionado del jardín por lo que la sensación de estar en medio de la naturaleza acompaña a esta sala.